lunes, 17 de junio de 2013

Espejos y sombreros.

Parece que me he enfadado tanto que mis costillas han atrapado mi corazón en un nudo mortal del que sé que no podré salir fácilmente. Respiro profundamente y despacio noto como se van soltando. No hago bien en enfadarme, en sentirme así cuando no debería sentir nada.
'Ha sido una discusión tonta. Bueno, más bien has discutido tu con tu ego y él no ha dicho nada, casi ni se entera de que estabas enfadada. ¿Quizá es que estabas enfadada contigo misma por sentir algo por él? No lo sabes. Además eres tonta por animarle, casi te falta dejarle una nota con un condón: 'ten cuidado, disfuta.' Estúpida. Y todo porque tienes miedo a decirle que no quieres que lo haga con nadie más, la palabra 'tuyo' siempre te pareció demasiado pero joder, es que es tuyo.'
Me encanta hablar conmigo misma en el espejo, parezco el sombrero loco. Bah, ¡a tomar por culo!

¿Rutina? Si, creo que si.

Hoy no ha sido un día fácil, ha sido un día largo y agotador. Como llegan a ser todos los días de exámenes, esos que te despiertas a las 6:30 de la mañana para estudiar y dar últimos repasos desde las 9:00 hasta las 16:30 como si te fuera la vida en ello.
¿Y esa media hora que queda hasta el examen? Esos treinta minutos son los mejor, es el momento de fumarse un cigarro o quizá dos, es el momento de hablar de las tonterías más irrelevantes del mundo, pero que al fin y al cabo sirven para olvidar que en un rato tendrás que estar delante de unas preguntas que algunos sabrán responder y otros no. Seguramente los momentos más tensos son los últimos minutos antes de entrar cuando más de 80 personas nos juntamos en la entrada de la universidad, aquella a la que llegamos prácticamente de rebote y en la cual hemos encontrado un sitio.
Entrar a clase, dejar las mochilas en la pared, lejos de copiones y tramposos. 'Si suena el móvil puedo expulsaros del examen' y todo el mundo mira si está en silencio o apagado. 'A partir de este momento tenéis 10 minutos para pensar si queréis salir de clase o queréis continuar en el examen'. ¿Cómo puedes decidir en escasos minutos si en las siguientes dos horas no aparecerá un ángel que te ilumine o que olvidarás tu nombre? Algunos se van, otros se hacen los valientes e intentan recordar su DNI.  Sea como sea el examen ya ha empezado y los bolígrafos se han puesto en marcha para vomitar todo el conocimiento que tenemos en nuestras cabecitas.
Algunos salen sonrientes, otros salen decepcionados. Quizá las frases típicas son 'sabía que iba a suspender', 'yo no sabía que era eso', '¡me ha salido genial!' (no suele ser demasiado utilizada), 'creo que llego al cinco', y 'veamos si llego al cinco...'
Es difícil definir un día de estos que no sabes si quieres terminarlo ya o si prefieres volver atrás en el tiempo y estudiar desde que dijeron 'Hola, hoy es el primer día de universidad, esta carrera es Comunicación Audiovisual y el temario será...'
Son días difíciles que se recompensarán con el verano.